Presentación Libro «REPENSAR ESPAÑA. REFLEXIONES desde la SOCIEDAD CIVIL»
Acto de presentación del libro sobre el I Congreso Nacional de la Sociedad Civil
“REPENSAR ESPAÑA. REFLEXIONES desde la SOCIEDAD CIVIL”
- La presidenta del Senado afirma que la crispación política “es un verdadero ácido social”
- También abogó por la consolidación de una sociedad civil implicada en la mejora continua de España
- Pilar Llop presidió la presentación del libro “Repensar España. Reflexiones desde la sociedad civil”
- Aldo Olcese apostó «por una sociedad civil que se vertebra en todo el territorio nacional, y no en una sociedad civil de élites de la capital” y anunció “la creación de una gran plataforma de coordinación de la Sociedad Civil española”
- Emilio Lamo de Espinosa sostuvo que “la ciudadanía no es la que crispa la política, sino la misma política. Los políticos deberían hablar menos y escuchar más”
- Victoria Camps: “En la postpandemia, hay que dar prioridad a los derechos sociales y potenciar el estado de bienestar. Repensar España es repensar el bienestar de todos”
La presidenta del Senado, Pilar Llop, afirmó en la presentación del libro “Repensar España. Reflexiones desde la sociedad civil” que la crispación política “es un verdadero ácido social que afecta a la confianza de los ciudadanos en sus representantes”. Apostó por “la consolidación de una sociedad civil impulsada por ciudadanos libres e iguales que ejercen su responsabilidad, compromiso y derecho a la participación en asuntos públicos como la limitación y control del poder dentro de un Estado de Derecho”. También intervinieron el presidente del Instituto Real Elcano, Emilio Lamo de Espinosa, y la filósofa y miembro del Consejo de Estado, Victoria Camps.
La sala Clara Campoamor de la Cámara Alta acogió este acto en el que el presidente del comité organizador de ese congreso y de la Asociación Nacional Sociedad Civil Ahora, Aldo Olcese, hizo entrega de este volumen, publicado por la editorial McGrawHill, que recoge todas las intervenciones en distintos formatos, incluso audiovisual a través de códigos QR, de las intervenciones, conclusiones y propuesta del primer Congreso Nacional de la Sociedad Civil, celebrado en Madrid a finales de febrero pasado. Este acto, según Aldo Olcese, simboliza la entrega por parte de la sociedad civil a la clase política, representada por la presidenta del Senado, de un conjunto de propuestas para ayudar a alcanzar el bien común. «Es nuestra contribución leal, sincera y comprometida a la mejora de España”, añadió.
Pilar Llop considera que hay que dar la bienvenida a movimientos sociales como éste atentos a los desafíos y que “abordan los debates desde una visión crítica, seria, constructiva y rigurosa, y que reclaman consenso para alcanzar los grandes acuerdos que necesita España”. «Debemos sumar, multiplicar voluntades, fortalecernos en todo aquello que nos une, remontar y consolidar una sociedad civil impulsada por ciudadanos libres e iguales que ejercen su responsabilidad, su compromiso y su derecho a la participación en asuntos públicos como la limitación y el control del poder dentro de un Estado de Derecho”. Hizo hincapié en que el trabajo de los políticos «es preservar y proteger la libertad de las personas para que tengan el mismo acceso a los recursos vivan donde vivan sin que se vean obligados a renunciar a sus proyectos vitales para emigrar. En definitiva, garantizar la igualdad de oportunidades que debe ser más que una obligación, una obsesión para nosotros”.
La Constitución “es la mejor base para repensar España sin que esto signifique que sea inamovible”, según Pilar Llop. En un momento como éste, añadió, “debe prevalecer la necesidad de unión, diálogo, reflexión común, contraposición y acuerdos territoriales y políticos que esta Cámara debe ‘encarnar’. Los parlamentos tienen que ser instrumentos estabilizadores de las democracias, un instrumento de paz y un instrumento de diálogo”. Ofreció la institución a la concordia y animó a la sociedad civil que se implique para consolidar “el Senado como una cámara de los ciudadanos y para los ciudadanos”. Por esta razón, destacó que “hemos abierto en esta casa un espacio de diálogo para rebajar el nivel de confrontación política y así mantener un debate sereno de altura con el fin de alcanzar consensos y desplegar un diálogo constructivo y necesario para salir cuanto antes de esta crisis y con el menor daño posible”. También habló de otro de los retos que tiene la sociedad española y el mundo en general, la reducción de “la brecha de género, que se ha visto acrecentada a raíz del confinamiento”. En este contexto, cree urgente «modificar los criterios de promoción profesional para que los cuidados en el ámbito familiar sean considerados un mérito. Ese mayor desarrollo de la inteligencia emocional y que le hace tener más empatía para ponerse en el lugar del otro es un valor que debe tenerse en cuenta”, apostilló.
Aldo Olcese destacó la importancia del primer Congreso Nacional de la Sociedad Civil y anunció la celebración en Valencia “Covid mediante”, antes del próximo verano, del segundo congreso y “la creación de una plataforma de coordinación de la sociedad civil española, en la que vamos a participar todas las grandes entidades para defender los objetivos esenciales y troncales de una democracia y de la estabilidad de un país como España”. También adelantó el proyecto de implantación de una plataforma a la que han llamado ”Ciberdemocracia” para fomentar la representación y el debate digital ciudadano. «Apostamos por una sociedad civil que se vertebra en todo el territorio nacional, y no en una sociedad civil de élites de la capital”, resaltó.
“Estas páginas -prosiguió- constituyen una contribución leal sincera y comprometida a la mejora de España. Defendemos el interés general desde el particular, una misión que estoy convencido de que es posible”. Se engendró hace casi dos años con la creación de Sociedad Civil Ahora “porque estimamos oportuno para reivindicar una nueva sociedad civil más comprometida, más independiente y más unida en torno a unos objetivos comunes, la defensa de los intereses generales desde la visión de los particulares, pero sustentada en la lealtad, la concordia, la colaboración y nunca en la suplantación”. Resaltó que en los momentos difíciles que atravesamos, al igual que el resto de la humanidad, es imprescindible que “todo el mundo esté unido porque la unión hace la fuerza” y caminar en la misma dirección.
“Me inquieta –indicó- que, en España, como decía Julián Marías, todo el mundo se pregunta qué va a pasar, pero casi nadie hace esta otra pregunta: qué vamos a hacer. Somos de esta creencia y lo vamos a hacer desde la solidaridad y desde la cooperación. Es verdad que muchas cosas no están funcionando bien en nuestro país y, ciertamente, tenemos que contribuir para que cambien. Pero no nos podemos olvidar de que España es un gran país y que tiene grandes oportunidades y las va a aprovechar. Podemos convertirnos en un apoyo de la clase política española, pero resulta muy difícil ayudar a quien no quiere ser ayudado”.
El presidente del Real Instituto Elcano mantuvo que el deterioro de la confianza en la política comenzó antes de la Gran Recesión y requiere soluciones políticas y no solo económicas. “No tenemos nada resuelto y no estamos en camino de resolverlo. Tenemos un claro déficit de acuerdos para gestionar la solución a los grandes problemas que nos afectan como país. La sociedad culpa a los políticos y para una parte de ella éstos no les representan”. Emilio Lamo de Espinosa enfatizó que “la ciudadanía no es la que crispa la política, sino la misma política. Los políticos deberían hablar menos y escuchar más”.
Mantuvo que la sociedad civil sí está organizada, “se reúne, habla, debate, pero falta voluntad para llevarla a la práctica”. «Hay que gobernar sabiendo que en algún momento se volverá a la oposición. La sociedad civil durante la pandemia se ha dado la mano y no la espalda, algo que debe aprender nuestra clase dirigente».
Victoria Camps reiteró en que “no somos capaces de corregir marcos mentales que nos separan y nos impiden encontrar algo en común. Lo adecuado ahora es buscar lo que nos cohesiona, las cosas que tenemos en común. Falta un espíritu federal para ir de lo plural a lo uno”. Recordó que la pandemia es mucho más que una crisis sanitaria, también una económica y social, que el liberalismo no puede solventar. “Fue -arguyó- un reconocimiento del papel central del individuo y una afirmación de libertad muy necesario. Pero esa ideología se ha pervertido y se ha convertido en un neoliberalismo que se preocupa sobre todo de asegurar la libertad de las personas y deja de lado la protección social y la lucha por una mayor equidad”. Ciertamente, precisó, muchas libertades individuales están en peligro, pero “en la época postpandemia hay que dar prioridad a los derechos sociales y potenciar el estado de bienestar. Repensar España es repensar el bienestar de todos. La pandemia nos ha demostrado que somos muy vulnerables. Por eso es muy importante la colaboración entre Estado y sociedad civil”. En este contexto, sostuvo que “hay que repartir la responsabilidad, no todo es competencia del estado, también la sociedad civil debe ayudar y poner de su parte». Finalmente, puso sobre la mesa un déficit, la carencia del vínculo fraternal. “No hay amistad social, amistad cívica, por lo que hay que impulsar su restablecimiento”, concluyó.
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