Sociedad Civil ahora ¿Por qué?
Por Damián Carmona
Presidente de la Fundación Sociedad Civil
La crisis del 2008 ha intensificado el conflicto social hasta el punto de poner en cuestión el sistema político del 78. Anteriormente ya había dado algunas muestras de anquilosamiento, pero si nuestros políticos no son capaces de hacer nada para actualizarlo ahora que la crisis ha producido sus efectos, imagínense cuando las cosas iban bien.
Los partidos políticos, incluidos los nuevos, en estos tiempos atribulados han señalado medidas para regenerar la democracia: limitación de mandatos, primarias, despolitizar la justicia, transparencia y rendición de cuentas, mejorar la representatividad, etc.; no obstante, en cuanto han vislumbrado cierta relajación de la sociedad, se han olvidado de estas ‘menudencias’ y, como siempre, se dedican a aprovechar las ventajas del sistema.
La sociedad española vive un momento político de polarización tan decisivo como peligroso, que pensamos sólo se puede superar profundizando en la democracia, es decir, cambiando las reglas del juego político para que la competencia aumente dentro de los partidos y entre ellos, así es posible que consigamos el anhelo de todo pensador: “que el mérito y la capacidad sea la única vía para acceder a la vida pública”.
Desde que a finales del siglo XVIII el Estado moderno se consolidase como la única forma de gobierno viable de las sociedades de masas y, su forma democrática como la única moralmente aceptable, el reconocimiento de los derechos del hombre mediante las constituciones y el principio de separación de poderes se han mostrado eficaces en el control de su enorme poder, sin embargo, estos principios no han sido suficientes por sí mismos, se necesita una sociedad civil organizada y con voz propia para frenar a aquellos que quieren sortearlos para perpetuarse en el poder.
Es evidente que los cuarenta años de la dictadura franquista acabaron con cualquier atisbo de sociedad civil en España, pero después de otros cuarenta de democracia, está claro que la solución no va a provenir de los partidos políticos, sino de la propia sociedad.
¡Ha llegado el momento de la Sociedad Civil!
Porque Sociedad Civil Ahora está convencida de que España necesita más que nunca reestablecer los consensos básicos de su convivencia democrática.
Porque en Sociedad Civil Ahora nos hemos adelantado y dejando a un lado los personalismos y las ideologías, hemos sido capaces de aunar a más de una treintena de entidades con diferentes ideas, pues cómo Giovanni Sartori entendemos, que el pluralismo, “es la semilla de la que emerge y toma su camino las democracias modernas”.
Porque en Sociedad Civil Ahora hemos entendido, que en este momento, nuestra labor no es recabar el apoyo de los españoles para influir en si gobiernan los conservadores, los socialdemócratas o los liberales, sino que es el momento de convocar a nuestros conciudadanos, para entre todos, mejorar las reglas del juego político y asegurarnos que en cualquier caso nuestros representantes sean los mejores y trabajen para aumentar la calidad de nuestra democracia.
Porque, en Sociedad Civil Ahora estamos convencidos de que la política es demasiado seria, como para dejarla exclusivamente en las manos de los políticos. Necesitamos instituciones capaces de crear y difundir ideas políticas al margen de los partidos, con capacidad, para recordarles que están al servicio de los españoles y que no vamos a permitir que defiendan sus intereses corporativos por encima de sus intereses como ciudadanos.
Porque en Sociedad Civil Ahora estamos orgullosos que los días 27 y 28 de febrero hayamos sido capaces de organizar el “I Congreso de la Sociedad Civil” en España, un gran logro producto del esfuerzo de numerosas personas e instituciones que comparten la necesidad de una sociedad civil fuerte y estructurada y, que saben que esto sólo es el inicio de una la larga y trabajosa labor para todos aquellos que compartimos la aspiración de ese gran hombre: Abraham Lincoln “Que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra”.
Lamentablemente, cuando finalizamos este Congreso nadie imaginaba la dimensión de la crisis sanitaria, económica y social que se nos venía encima, a cuenta de la pandemia del COVID-19; una crisis que puede dejar pequeña la financiera del 2008. Pero si algo ha quedado claro, es que la sociedad civil ha estado y está muy por encima de sus representantes políticos, por ello estamos convencidos que es más necesaria que nunca SOCIEDAD CIVIL AHORA.
