RESUMEN Y CONCLUSIONES – REPENSAR ESPAÑA DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS INTELECTUALES
Llevar adelante un proyecto común de “Repensar España” desde la amistad cívica es imprescindible para responder con altura humana a los problemas de los más vulnerables que, no sólo no se resuelven, sino que empeoran día a día.
Las instituciones y las políticas públicas son imprescindibles pero ineficaces e impotentes si están ausentes las virtudes cívicas que apoyan no sólo con sus votos sino también con su acción las causas más justas.
Se hace necesaria la articulación de un proyecto de España en el que los españoles puedan sentirse como amigos en torno a un proyecto común que pueda considerarse justo para el conjunto y cree cohesión entre la ciudadanía.
El correcto equilibrio entre los valores fundamentales de libertad, igualdad, y fraternidad forma parte de los retos esenciales de nuestro tiempo. La justicia ha de garantizar el desarrollo del estado de bienestar evitando las desigualdades injustas.
La brecha digital y de género constituye uno de los desequilibrios que hay que neutralizar, no solo desde los poderes públicos, sino desde una sociedad civil madura, capaz de reforzar el estado de justicia.
Sin compartir lo básico es muy difícil afrontar el futuro con vigor. Hemos de avanzar hacia una solidaridad universal que nos permita reorganizar el marco institucional y orientar el desarrollo tecnológico en beneficio de los ciudadanos, respetando la naturaleza.
Es esencial la educación en nuevas tecnologías y en nuevas competencias y habilidades sociales, siempre vinculadas a las humanidades, que ofrecen nuevas oportunidades vitales.
En la fraternidad y la solidaridad está el vínculo entre la libertad y las exigencias de la justicia social. Una democracia de libertades, pero sin desigualdades injustas debería formar parte de una nueva forma de entender la política y la sociedad moderna.
Hay que desmitificar de forma urgente la supuesta continuidad entre el régimen de Franco y la Constitución del 78. No se puede aceptar que todo lo que puede unir a España esté bajo sospecha por ser presuntamente heredero del franquismo, y que lo progresista sean la desintegración nacional y el independentismo.
La sociedad civil debe ampliar el horizonte de la política promoviendo el diálogo abierto en una España necesariamente plural. Refrescar el ambiente con vientos de solidaridad es un poderoso antídoto frente a quienes desde la política y los medios de comunicación tratan de polarizar la confrontación entre los españoles.
Cabe pensar en un proyecto nacional de España para afrontar el cambio climático, en el marco europeo, que incentivara la unión de los españoles en un propósito común, dado que España podría liderar en Europa un compromiso por la defensa del entorno natural y por una apuesta empresarial en favor de las energías verdes.
Repensar España desde una sociedad civil madura, en colaboración con sus representantes políticos, desde una leal cooperación que sea coherente con las responsabilidades de cada cual y generadora de concordia, bienestar y justicia para todos los españoles, deviene un compromiso ineludible.
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